jueves, 16 de agosto de 2018

El sueño y yo

Una vez tuve un sueño, un sueño profundo.
Era mentira pero eso sólo lo sabíamos el sueño yo.
El sueño se dejaba manipular a mi antojo.
Al principio, un pequeño retoque por aquí, otro por allá.
Generé un sueño de ensueño.
Como es lógico, era un sueño que no se cumpliría.
De hecho, el sueño, cada vez, se hizo más y más grande; más y más inalcanzable.
Cuando pensé que sabía soñar caí en la cuenta:
Con el tiempo, fui yo quien acabó moldeado por el sueño.
Por favor, no me despiertes si me sueñas.

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