martes, 17 de julio de 2018

Remordiscos

Mucho que aprender, demasiado,
para un terco torpe
con complejo de impostor.
Las heridas se muestran
como ingenuas pretensiones
del conocimiento para un aspirante
a pasar, simplemente, desapercibido.
Cómo doler para adentro
para vencer la timidez
y responder con descaro
a las expectativas.
Debería existir una consigna
para darme por aludido sin complejos
cada vez que me tiemble el pulso
y brote de mis venas
la sangre seca de las frustraciones,
y trazar sin temblor tu silueta
en noches de única excitación.
Muerde y remuerde
pensar que se ha hecho mal
en otras personas.
Pero sé que hay dolores mayores
y causas mucho más injustas
y abandono estas palabras
a navegar por la red
mientras siguen confabulándose
estrategias de poder en el mundo
contrarias a la humanidad en sí.
Y a tomar por culo lo demás.

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