lunes, 25 de marzo de 2019

Heridas de posguerra

Míralos cómo se recrean, quietos,
observando la manecilla del reloj parado:
El pasado es un "picasso"
con el marco de un "courbet".
Nada les inquieta el pulso,
aprendieron a mirar sobre el hombro,
a menospreciar los sutiles cambios,
a aguardar tranquilos su momento.
Míralos, nadie diría que están hechos
de la misma materia que nosotros.
No saben defender su legado
ni contra quienes no pretenden quitárselo.
Que nadie perturbe lo que fuera
que les dijeran que había de ser;
queda prohibido interrumpir la marcha
de la quietud permanente.
Míralos, aguardan nuestro aplauso,
que les demos lo que no se les pudo dar,
hacerse eternos paralizando nuestros pulsos,
contar la historia sólo a su manera.

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